domingo, 10 de agosto de 2008

canciones de autor




Esta es otra de mis aficiones que podría llamar "fuerte". He estado toda mi vida relacionado con la música y aunque nunca pasé por la vicaría, la guitarra y algún que otro instrumento simple, han sido parte de mi equipaje, desde mi entrada en la edad del pavo. Cantar y tocar facilitan la comunicación y de ahí a ganarse la vida con ello, solo hay un pasito que he dado a menudo. La etapa más importante de ese apartado tuvo lugar en Sudafrica con mis hermanos Juan y Pedro, "Els Socarrats" funcionó como grupo allí y de vuelta a Europa. Después ellos volvieron a África y yo me quedé haciendo otros trabajos más "serios" pero sin dejar del todo el apartado farandulero, eso si, dándole visos de seriedad. De ahí que mis principales clientes hayan sido principalmente centros de enseñanza: Institutos, Escuelas Oficiales de Idiomas, Centros culturales, Alliance Française y similares.

El asunto era y sigue siendo comunicar los textos de canciones de autor, (definición que utilizo para todo aquel que sin entrar en las listas de éxitos, es exitoso con una minoría inquieta).

Empecé con el francés, placer común a los tres hermanos y herencia de nuestra adolescencia en el país para culminar en el último curso con programas en Inglés, Valenciano y Castellano.

Viajo por toda la geografía, conozco a gente motivada, profes y alumnos indistintamente y me lo paso bomba salvo en las ocasiones en las que por vaguería o similar no he trabajado lo suficiente y se me olvidan los textos.


viernes, 8 de agosto de 2008

Parapente, el vuelo libre en su más simple expresión









Como practicante asiduo de este tipo de vuelo no me resisto a la tentación de escribir un poco acerca de nuestra pasión por si alguien aún no esta enterado y se extraña de ver surcar por los cielos tan vistoso artefacto.


Que alguien no conozca el deporte en si sería extraño de todos modos ya que nuestra querida tele se encarga de "airear" los episodios más épicos que benévolos de todo pelo les hacen llegar. Lo que si es más probable es que tal conocimiento sea superficial y forzosamente parcial.


El parapente, del francés "parachute de pente", (paracaidas de pendiente) es un invento relativamente joven, (25 años), que se les ocurrió a algunos adictos a la adrenalina en los Alpes que hicieron despegar desde una pendiente, (muy inclinada en esos dias), uno de sus paracaidas de salto, corriendo con suficiente velocidad para que la forma aerodinámica de la "campana" lo hiciera volar.


Para llegar a ese punto, primero se inventó el paracaidas rectangular que posee, sobre el clásico en forma de seta, la deseable ventaja de ser dirigible.


Los datos que permiten a nuestros trapos ser ágiles y mantenerse en el aire son principalmente su tasa de caida, su fineza y su velocidad, (a parte de su forma aerodinámica, claro). Los primeros parapentes heredaron los parámetros de sus hermanos saltarines y caian como verdaderos ladrillos. Esto se entiende porque planear despues de la apertura no es lo que desean los paracaidistas, más bien lo contrario. En ese deporte lo que se busca es la sensación de la caida libre a eso de 200 Kms/hora. Una vez abierto el petate lo importante es bajar, plegar y volver a subir si posible.


Para nosotros, que podriamos ser llamados los ciclistas del aire, mantenernos en él si es importante. asi podemos desplazarnos y saliendo de A llegar hasta B, siendo B el punto más distante posible de A.


Al principio B suele estar debajo de A. Las velas, (también las llamamos asi), de iniciación, suelen ser y es bueno que asi sean; a prueba de brusquedades, pánicos, sordos que no oyen las instrucciones del monitor, valientes en fase de pruebas y demás principiantes. Por eso sus principales cualidades no son su fineza y tasa de caida si no más bien su estabilidad y su capacidad de volver a su forma original, aunque el piloto se empeñe en cambiarla. A medida que el cerebro digiere lo que le esta pasando, vamos pasando a velas más "punteras" que por ello son capaces de comportamientos menos tranquilos.


Los que empezamos en los albores del deporte tenemos tendencia a recordar nuestras experiencias que forzosamente siguieron la evolución de las velas. Hoy los pilotos noveles ya acceden, frescos del cursillo de iniciación, a parapentes que aúnan seguridad y rendimiento. Claro está, no todo son ventajas para ellos. La otra cara posible de su moneda son los sustos que puede proporcionar el subir demasiado alto, demasiado aprisa, sin desearlo y en uno de esos clásicos dias en los que: -"Más vale estar en el suelo deseando estar en el aire que estar en el aire deseando estar en el suelo"-


En general, sin embargo, el buen trabajo en las escuelas y posteriormente los compañeros de vuelo que comparten sus propias experiencias, limitan los percances posibles.


El resultado es una manera muy especial de ver la tierra, una vision de la naturaleza envidiable, un ejercicio positivo de humildad: (-"Que poca cosa soy aqui arriba"-), un poco de adrenalina y muchos placeres.

viernes, 1 de agosto de 2008

A bit of science fiction


The year he turned sixty, Ebrahim Yussuf retired from his history professorship at the Bronchu University in Burundi. That year of 2059 had passed fast on its tracks but he had had nevertheless the time to think about his retirement and also on how his life had run. He believed he had been lucky to be born in 1999 and although the first years of his childhood were difficult and to some extent dramatic, he still thanked the gods for he had survived where millions of his fellow africans that would have been his generation, died before reaching the tender age of five.
Because of the date of his birth he was also given the oportunity to witness the new world order set into place: He saw how the European dream of uniting twenty some different countries fell short of its aim and how every european country after failing to unite, closed its old frontiers in order to protect its nationals from the avalanche of hungry people from the then called "third world". He saw the “real” world-leader, far away in the Americas, surrender to its own cityzens, tired as they were of loosing parents, sons and friends in absurd wars, that were started by pure economic interests in several remote parts of the world.
Mother Earth had taken time to heal the many wounds open around its fragile skin and although the fight to reverse severe climatic change was not over, a few positive signs could be felt. A clear winning point for all those who believed that reforestation was paramount to calm down the mad climate that showed all its might when he was twenty at university.
The years of turmoil had taken their toll on politicians and leaders of all sorts and good people in all countries concentrated on how to improve their situation, focussing their efforts on how to make their meagre means productive. This situation provided a thick courtain to be drawn over the past and many negative happenings were forgoten to give way to the new order in which only actions tending to better the situation were encouraged and really permitted.
As a history teacher, Ebrahim was notified in the early stages of the decision, about a plan to release for public knowledge a series of documents dating back to the beguinning of the century. After all, the global situation was stable and the documents spoke about facts that seemed from another world, so much had things changed. He had access to the bulk of the papers and many, because of their gruesome contents, were difficult to believe. One of them however was very significant because connected to his very existence. As a child, he was told when able to understand, that his uncle and aunt, (his parents died in one of the many ethnic wars that took place at the beguinning of the century), were able to feed him thanks to the food that many active NGO fought to bring in the country then. The paper was a study, by a very active medical society, present then on many of the hunger fronts, that affirmed with figures exposed, that the whole of Africa could have been saved from starvation if a part of what the "first" world spent on feeding, groming and caring for their pets had been instead, directed to feed the humans dying by the thousands every single day for many years in many places of the world.
Reading this gave Ebrahim a very strange feeling. This was something that he had to believe because the sources were hundred per cent fiable. What came to his mind were different ways of asking himself "Why?"
Some days passed by and his initial shock did not turn to anger; too many years of his life had been spent on imprinting positive thoughts to his pupils in order to make their future vision forward looking and not the contrary. He personally had to be rather thankful to some unknown person or group of persons because he survived thanks to their anonymous contribution. All he could think of was, how such a heartless society managed to maintain for so long their life style and how it did not occur to them to put forward a very simple question: -" If I had only food for one, would I feed my son or my pet?-"

Divagaciones eólicas


No es de extrañar que de vuelta de unas vacaciones en las que el aire, el viento y mandando de ellos Eolo, son los protagonistas; se me fuera el santo al cielo al pasar cerca de los molinos de viento, (ahora aerogeneradores), en la ancha Mancha.
Estos grandes “aspados” son los protagonistas de muchas conversaciones, artículos de prensa especializados o no y variopintas tertulias en los que se debate su uso y abuso, su utilidad, su futilidad, su rentabilidad, su subvencionalidad, su aspecto encima de nuestros suelos, etc.
Yo tengo muy claro, y cada día más, que de la misa no sabemos la mitad; que “las autoridades” nos dan a conocer las verdades, (veraces o no), que quieren que sepamos para que las vayamos digeriendo con tranquilidad. Así que para todo lo que tiene una conexión con la energía: -“qui vivra verra”- como decía con acierto el profeta desconocido, el del arco de triunfo de los Campos Elíseos.
A mi personalmente, (otro pleonasmo), lo que se me ocurrió de vuelta de Piedrahita, (que los dioses nos la conserven), es la disparidad de su tamaño, su cantidad y su supuesto costo con lo poco que representan, porcentualmente hablando, en nuestro consumo total. Eso quiere decir en lenguaje llano que consumimos un huevo y parte del otro y también que las centrales nucleares o no, producen muchas docenas de huevos. De ahí a pensar que somos insaciables en nuestro apetito energético hay un paso muy fácil de dar. Si queréis convenceros del todo basta leer a James Lovelock el creador de la teoría de Gaia, más verde que un pepino en términos ecológicos, que en su último libro -La venganza de Gaia- dice con cifras y señales que aunque sembráramos la tierra de aspados no tendríamos ni para empezar. Todo esto me devuelve a la idea primigenia de que lo único que nadie comenta como solución es que empecemos desde ya a consumir menos, pero mucho menos.
Debe ser que los políticos y los especialistas saben y dan por cierto algo que yo me resisto a creer: que la especie humana es capaz de cavar su propio hoyo antes que dar marcha atrás, aunque sea al ralenti.
Espero que todos se equivoquen para que los que vienen detrás de nosotros puedan disfrutar algo de lo que ahora nos parece banal y corriente.
Aunque sea al ralenti.